Finalmente lo he comprado. Después de procrastinar por al menos un año, antier compré y leí el libro Nudge. ¿Por qué me tardé tanto en comprar este libro? Por dos razones principalmente:
a) Tras ver el índice creí que había demasiado “overlap” (perdón por el spanglish) con los libros de “Predictable Irrational” (del cuál escribí aquí hace tiempo) y el libro “Stumbling on Happiness”
b) No me gustó el hecho de que este libro tuviera propaganda en Harvard Square. Esto es irracional de mi parte, pero mi parte idealista se negaba a querer ser victima de la mercadotecnia de la casa editorial de este libro. No me agradaba pensar que los autores querían venderme sus ideas de la misma manera que Procter & Gamble me vende detergente.
Sin embargo, antier tuve 5 horas libres y una oferta limitada de libros en el aeropuerto. Ante estas circunstancias, el libro de Nudge se convirtió en una buena alternativa y decidí comprarlo.
¿Es bueno? Si y no. Tal y cómo había predicho, muchas de las ideas de este libro no son nuevas. No sé si Thaler y Sustein son los autores de los experimentos que se presentan, pero las conclusiones a las que llegan son muy similares a las que se encuentran en los libros que ya he mencionado.
La primer parte del libro resume de una manera muy efectiva los conceptos detrás de la economía del comportamiento (No sé si así se traduzca behavioral economics) ya que explica los errores sistemáticos más comunes de los seres humanos. No hay nada nuevo en esta sección fuera del ejemplo de la mosca del aeropuerto de Schiphol.
Para los que no lo saben, en los urinales del aeropuerto de Amsterdam (Schiphol), hay una mosca dibujada en el interior de cada urinal. La lógica detrás de esta mosca es que los hombres orinan dentro del urinal con mayor frecuencia al tener un objetivo al que le puedan apuntar. Admito que la mosca es efectiva. No obstante, nunca se me hubiera ocurrido que había un estudio detrás de la misma.
Según los autores del libro, un “Nudge” es…
“any aspect of the choice architecture that alters people’s behavior in a predictable way without forbidding any options or significantly changing their economic incentives. To count as a mere nudge, the intervention must be easy and cheap to avoid. Nudges are not mandates”.
En pocas palabras, un “nudge” es cualquier cosa que pueda afectar nuestras decisiones sin forzarlas. En el ejemplo anterior, el dibujo de la mosca es un “nudge” que nos hace orinar dentro de los urinales.
Cuando leí esta definición, pensé que en cierta manera mi blog había sido el Nudge que me hizo comprar este libro. El hecho de haber escrito sobre el mismo (ver post), me hizo actuar inconscientemente y realizar una compra que probablemente no hubiese hecho de otra manera. Esta es la primera vez que me doy cuenta que mi blog afecta mi vida.
En fin, volviendo al tema principal, cada que leo un libro de Behavioral Economics, termino pensando que las conclusiones a las que se llegan son sentido común que nunca usamos. Obviamente nadie es racional. No obstante, ¿Por qué nos sorprendemos cuándo alguien nos lo demuestra?
La segunda parte del libro no se me hizo muy buena para ser honesto. Cada capitulo da un ejemplo de cómo los conceptos de “behavioral Economics” pueden mejorar distintas industrias y áreas de nuestra vida.
Los autores dan los clásicos ejemplos de usar “default” en el mercado de donación de órganos para evitar la escasez de trasplantes o el reducir el número de fondos de inversión para fomentar su uso. En otro capitulo se da el ejemplo del calentamiento global y cómo el hacer público el consumo de electricidad puede reducir el mismo.
Si no han escuchado ninguno de estos ejemplos vale la pena comprar el libro. Si ya han escuchado estos experimentos (y si ya saben sus respectivas conclusiones) quizás no valga la pena leer todos estos capítulos.
Algo que ha llamado mi atención en los últimos dos libros que he leído (este y el de Monkey Business) es que ambos le dedican el último capitulo a explicar la crisis financiera. ¿Por qué lo hacen? No lo sé, pareciera que en estos días todo mundo quiere dar su explicación sobre la misma. No se si deban hacerlo, no se si vale la pena hacerlo, pero lo comento como un dato que ha llamado mi atención.
que rápido lees¡ que envidia!