Construyendo una presencia digital

El otro día estaba leyendo la página de Internet de una empresa en la cual estoy interesado trabajar y me llamó mucho la atención que uno de los criterios de esta empresa (a la hora de reclutar empleados) es la presencia digital del candidato.

En pocas palabras, a esta empresa le interesa saber las siguientes cosas:

  • ¿Tengo un blog? ¿Cuántos subscritores tiene?
  • ¿Cuántos seguidores tengo en Twitter?
  • ¿Cuándo fue la última vez que actualicé mi perfil en LinkedIn?
  • ¿Tengo un canal de YouTube?
  • ¿Mi nombre aparece en primer lugar cuándo lo busco en Google?

Tras pensarlo por un momento, me he dado cuenta de que a pesar de que cubro la mayoría de estos aspectos, la verdad todavía puedo mejorar en este tema. Para dar algunos ejemplos.

  • Tengo un domino de Internet con mi nombre (marcocastillo.net). No obstante, esta página no aparece en las primeras páginas de Google por más que la busco.
  • Mi blog tiene tráfico. No obstante, la mayoría viene de buscadores de Internet y no de subscriptores.
  • Mi página de Internet, cuenta de Twitter y perfil de LinkedIn están conectados entre ellos. El problema que tengo es que mi desempeño en todos estos canales no es sobresaliente.
  • Según Klout.com, (una página que se encarga de medir la influencia y el alcance de una persona en las redes sociales) mi puntaje fluctúa alrededor de los 35 puntos. Sobra decir que este es un puntaje bajo ya que la escala va del 0 al 100 dónde 100 es lo máximo.
  • Twitteo una vez cada dos semanas. Aunque tengo la aplicación de Twitter instalada en mi teléfono y tablet, no logro ponerme el hábito de Twittear las ideas que me vienen a la cabeza. Incluso todavía me pregunto si vale la pena hacerlo.

La mayoría de los expertos en este tema afirman que hay que enfocarnos en crear contenido. Las personas que generan contenido de calidad atraen seguidores y por ende terminan aumentando su influencia.

No obstante, si bien es importante generar contenido que sea atractivo para el público, creo que es más importante la naturaleza del mismo. Para dar un ejemplo, dudo mucho que el poner imágenes de mujeres en bikini o fotos de gatos que inspiran ternura me vaya a ayudar en mi vida como profesionista.

En otras palabras, lo que es demandado por la mayoría de las personas en este mundo, no se encuentra necesariamente alineado con la imagen que quiero proyectar o con los temas que me interesan.

Esta reflexión me hace preguntarme…

Si el contenido que atrae a las masas no es necesariamente el que ayuda a generar una reputación positiva. ¿Cuál es la estrategia óptima para desarrollar una marca como persona?

Esta es la pregunta que me he estado haciendo en los últimos días.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s