No deja de sorprenderme el poder que tiene Internet para movilizar a las masas. Lo que antes hubiese sido la queja aislada de un individuo, ahora puede convertirse en un fenómeno gracias a la presencia de las redes sociales.
Leo la historia de Cooks Source Magazine. Una revista que se robó el artículo de una escritora quién al quejarse con el editor de la misma, recibió una respuesta sarcástica. El editor le pidió a la escritora que sea realista y agradezca que su revista se dignara a publicar un artículo tan mal escrito.
Solamente bastaron unas horas para que la respuesta circulara en las redes sociales. Infinidad de comentarios inundaron la página de Facebook de la compañía y obligaron a esta revista a cancelar su página de internet y suspender su negocio de manera indefinida.
Leo que el gobierno de Jalisco quiere censurar a las personas que se quejan del distribuidor que se está construyendo en Guadalajara. De la misma manera, la queja de un individuo es insignificante. No obstante, espero que la queja de miles pueda hacer una diferencia.
Es interesante el ver la forma en la cual las ideas se difunden sin que las podamos controlar. Tal y como mencionaron en una clase, no hay forma de detener a una idea. Lo único que podemos hacer es participar en la conversación ya que si no lo hacemos alguien lo hará por nosotros. Parafraseando a Víctor Hugo…Ningún ejército puede detener a una idea a la cual le ha llegado su tiempo.
Al mismo tiempo, me pregunto si somos capaces de entender el peligro de jugar con fuego de esta manera. Recuerdo las reglas de internet y me pregunto hasta qué grado serán ciertas…
“We are anonymous
Anonymous is legion
Anonymous never forgives
Anonymous can be a horrible, senseless, uncaring monster”
Si les interesa ver la historia de Cook Source Magazine, pueden hacer click aquí.