Hace mucho tiempo que no tenía esta experiencia. Parece ser que necesito estar sentado en un salón de clases para desconectarme del mundo y empezar a soñar con el hubiera.
Un “hubiera” visto no de manera nostálgica sino como un camino alterno. Soñar hace preguntarme si nuestros sueños son más reales que la vida que vivimos. Es fácil decir que los sueños son extraños y ajenos. No obstante, lo único que los hace extraños es el hecho de que no los hemos vivido todavía.
Los sueños sobre el futuro han desaparecido. Creo que mi vida se encuentra centrada en el presente. Un presente que no sé si he asimilado ya que el otro día desperté y me tomó unos segundos el darme cuenta dónde estaba. (Curiosamente, a pesar de tener está incógnita, mi mente no tenía un lugar de referencia al que pudiera llamar “casa”)
Mis memorias son tan vagas como mis sueños y mis aspiraciones son tan tangibles como la vida que estoy viviendo. En un mundo como este… ¿Cómo distinguir lo real de lo imaginario?
….
Veo que el número de lectores que no provienen de pórtales de búsqueda ha aumentado en los últimos meses. No obstante, el número de comentarios disminuye. ¿A qué se debe la correlación inversa?
a que tenemos mucho trabajo.. seguimos leyendo pero no siempre nos tomamos el tiempo para comentar?? bueno, al menos ese es mi caso..
necesito pensar en mi futuro y me gustaria un poco de asesoria, pero lo dejare para el proximo mes..
.. y no tendras un lugar que puedas llamar casa, pero sabes que aqui siempre tendras un hogar =)
te quiero