¿Qué es mejor? Ser como el zorro que sabe hacer muchas cosas o como el puercoespín que solamente sabe hacer muy bien una.
A pesar de haber leído una buena cantidad de fábulas en mi infancia, no fue sino hasta hace unos meses, en la plática de Larry Prusak (ver post), cuando escuché por primera vez la comparación entre el zorro y el puercoespín.
Si una manada de lobos ataca a un zorro, este salta de un lado a otro en espacios abiertos y sobrevive gracias a su astucia. Si un puercoespín es atacado, este simplemente se hace bolita y se defiende con sus púas. Aunque ambos animales sobreviven, el zorro regresa cansado a su inicio mientras el puercoespín puede continuar su camino como si nada hubiese pasado.
El día de hoy la oficina de desarrollo profesional de Tuck nos recomendó leer el concepto del puercoespín de Jim Collins; una idea que a final de cuentas nos dice lo mismo que esta fábula pero aplicada al mundo de los negocios.
Jim Collins afirma que las empresas e individuos que realmente tienen éxito son aquellos que actúan como los puercoespines. Mientras los zorros saltan de una idea a otra buscando el gran cambio, el puercoespín es constante y efectivo en lo que hace.
Darwin y la teoría de la evolución, Marx y la lucha de clases, Bill Gates y las computadoras. Todos ellos eran puercoespines que independientemente de si tenían razón o no, se enfrascaron en una idea y trajeron con ello un cambio a este mundo. Aunque los zorros tengan la razón, los puercoespines son los exitosos.
El problema de los zorros es que son más cautelosos, más susceptibles a tener dudas sobre sus ideas y más inclinados a ver la complejidad de la vida. En la política un zorro no sería ni de derecha ni de izquierda ya que su mente le diría que es imposible que un sistema explique la complejidad de la vida.
Al mismo tiempo, el puercoespín tiene convicciones fuertes y una visión muy angosta del mundo. El puercoespín avanza lentamente pero de manera constante a su meta.
Me pregunto si la escuela quiere entrenar puercoespines y matar mi naturaleza de zorro en estos dos años. Entiendo que las empresas no tienen lugares para zorros y que la estructura organizacional de cualquier empresa premia a los puercoespines que se van especializando.
Incluso Jim Collins ha tenido éxito siendo puercoespín y entrenando puercoespines ya que sus libros y experiencia se enfocan en solamente un tema.
Probablemente soy obstinado. No obstante, no quisiera dejar de ser un zorro.
mm soy un mini puercoespín!!
jajaja, así es. Desgraciadamente/afortunadamente yo soy todo lo contrario.
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