Tengo tiempo libre y cosas por hacer.
No obstante, el que todas estas tareas se puedan hacer mañana me hace postergar cada una de ellas.
A veces me pregunto si mi vida sería mucho más fácil si todo tuviera una fecha límite.
Vivir bajo presión pero sin postergar actividades.
A mí la presión me bloquea. No puedo vivir ni trabajar bajo presión. Prefiero ser un desastre y no cumplir todas y cada una de mis metas a autoimponerme férreas disciplinas. Soy más libre y más feliz. Además, ¿ para qué hacer tantas cosas? Es mejor disfrutar de la vida, lo que no implica tampoco vivir en el caos. Antes era inflexible, ahora me he pasado casi al otro extremo y te aseguro que así, sin exigencias, se vive mejor.
Mi problema es que si no me pongo fechas y objetivos, la verdad mi vida si se convierte en un caos. De hecho, creo que you me oriento más hacía el lado de la flexibilidad que hacia el lado de la rigidez.
Últimamente, estoy haciendo progresos, al menos en lo que respecta a la hora de meterme a la cama. Ayer me excedí, pero lo necesitaba. También yo tengo mis objetivos. En cuanto a las fechas, no puedo, me bloquean por completo y entonces ya ni lo hago bien ni lo hago mal; simplemente no hago.