Me encuentro leyendo una novela que muestra un futuro en el cual las personas son clasificadas según su ingreso, apariencia física, historial crediticio y una infinidad de variables. La posición e influencia de cada individuo se determina por lo que los demás piensan del resto de las personas.
Justo en el momento en el que me pongo a pensar que esta novela exagera un poco, escucho el siguiente aviso en el aeropuerto.
«Abordaremos el avión en el siguiente orden…
- First class
- Business class
- Executive Platinum
- Platinum
- Gold
- Silver
- Dividend Miles Preferred Members
- Miembros del ejército
- Zone 1
- Zone 2
- Zone 3
- Zone 4
- Zone 5″.
Al mismo tiempo, me doy cuenta que mi pase de abordar dice Zona 5.
Suspiro.