La semana pasada hubo dos noticias que me llamaron la atención. La primera fue que el producto interno bruto de Estados Unidos creció 3.5% en el tercer trimestre y la segunda fue que el PIB de México decreció 6.4% durante el mismo periodo.
Si queremos ver el vaso medio lleno, podríamos decir que la recesión finalmente se ha terminado (al menos en EUA) y que en aproximadamente seis meses México va a empezar a recuperarse. Desgraciadamente me da miedo el decir que hay más razones para ver el vaso medio vacío que medio lleno.
En primer lugar, 3.5% de crecimiento económico no es precisamente un crecimiento que valga la pena aplaudir. Por un lado Krugman menciona en su blog que la verdad hubiera sido deseable el ver un crecimiento dos veces más grande que el que estamos observando y por otro lado mi compañero de departamento (quién se supone es experto en mercados laborales) me dice que el empleo por lo general no mejora después de una recesión. Esto se debe en cierta medida a que las empresas tienen todavía capacidad disponible que deben llenar antes de poder generar nuevos empleos.
Si consideramos que las figuras de desempleo no reflejan la realidad que el país esta viviendo (ya que no incluyen los fenómenos del subempleo y los recortes salariales que sorpresivamente si han pasado en esta recesión), no creo que debería sorprendernos el ver que el desempleo en Estados Unidos llegue arriba del 10% (actualmente creo que se encuentra en 9.8%) y que las cosas sigan empeorando en México.
Esperemos que los expertos estén equivocados.
Surrealista Racional 